9/12/09

El rincón de la familia

Consejos para padres de bebés
Por: Colorín Colorado (2008)
Nunca es muy pronto para leerle a su bebé. En cuanto nace, su bebé empieza a aprender. Simplemente hablándole, jugando y cuidándolo todos los días, usted ayuda a su bebé a desarrollar las destrezas lingüísticas necesarias para que se convierta en lector. Al leer con su bebé, usted le fomenta el amor a los libros y la lectura desde el comienzo. Los consejos que se dan a continuación proponen formas divertidas de ayudar a su hijo a convertirse en un lector feliz y seguro. Pruebe un consejo nuevo cada semana. Observe qué funciona mejor con su hijo.
Acurrúquense con un libro
Cuando sostiene a su hijo en sus brazos y miran juntos un libro, su bebé disfruta de acurrucarse junto a usted y escuchar su voz y el cuento también. Al sentirse seguro en sus brazos mientras mira un libro, aumenta la confianza de su bebé y su amor por la lectura.
Escoja libros para bebés
Los libros con ilustraciones brillantes y de alto contraste son más fáciles de ver para los bebés, y captarán su atención. Los libros hechos con tela o plástico blando (para la bañera) o los "libros duros" con hojas de cartón sólido son más fáciles de manipular para un bebé.
Ponga los libros donde su bebé pueda alcanzarlos
Asegúrese de que su bebé pueda alcanzar los libros, sostenerlos y mirarlos como juguetes. Recuerde que su bebé hará con un libro lo mismo que hace con todo lo demás, llevárselo a la boca. Y eso es exactamente lo que se supone que haga, de modo que quizá usted deba poner sólo libros masticables a su alcance.
Hable con su bebé todo el día
Describa el clima o las manzanas que escoge en la frutería. Hable sobre las imágenes de un libro o las cosas que ve durante una caminata. Haga preguntas. Escuchando, su hijo aprende palabras, ideas y cómo funciona el idioma.
ncentive los gorjeos, balbuceos y chapurreos de su bebé
Es la manera en que su bebé se comunica con usted y son importantes primeros pasos para aprender a hablar. Incentive los intentos de su bebé de imitarlo. Cuanto más practique su bebé haciendo sonidos, más claros le saldrán. ¡Anímese y haga mu, guau y cuac!
¡Déle una mano a su bebé!
Incentive a su bebé a recoger galletas o guisantes, tocarse la nariz o los dedos de los pies, señalar fotos y sujetar juguetes. Los músculos de sus pequeñas manos se volverán fuertes, ágiles y listas para voltear las páginas.
Arme una rutina diaria (incluya la lectura)
Las rutinas pueden tranquilizar a un bebé y ayudarle a predecir qué va a suceder a continuación. La capacidad de predecir algo le servirá cuando su hijo sea más grande y lea por su cuenta.
Canten, lean, repitan
Lea sus cuentos preferidos y cante sus canciones preferidas una y otra vez. Divertirse continuamente con los libros fortalecerá el desarrollo lingüístico y los sentimientos positivos con respecto a la lectura.
Interprete a su bebé
Preste atención a cómo reacciona su bebé con un libro que usted le lee. No siga si su bebé no disfruta la historia y pruebe con otro libro o en otro momento.

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